© Luís Adrián Betancourt.

Los barrios de La Habana

Dicen que La Habana tiene 43 barrios, yo nunca los he contado, pero sé ir a todos, a Luyanó, a Paula, El Templete, Tacón, Santa Clara, El Calvario, Diez de Octubre, Cayo Hueso, Arroyo Apolo, San Francisco, La Punta, Villanueva, San Miguel del Padrón, Jesús del Monte, San Juan de Dios, Vives, Atarés, Casa Blanca, Marte, Vedado, Santos Suárez, Jesús María, San Felipe, Arroyo Naranjo, San Isidro, Príncipe, San Lázaro, Guadalupe, Monserrate, Colón, San Nicolás que también le dicen Pan con Timba, Ceiba, Pueblo Nuevo, Santa Teresa, Dragones, Arsenal, Pilar, Peñalver, Santo Cristo, San Leopoldo, Manuel de la Cruz…
Usted me dice la dirección y yo lo llevo. Olvídese de lo demás.
Una vez trabajando la calle yo venía del Vedado por Zapata, me paró un marchante y me dijo:
-¡A la Gorláin!
-Sí señor. Monte.
-¡Y tengo prisa! –Miró el reloj.
Para mí no hay cosa más pesada que encontrarme con un pasajero equivocado, que como aquel, venga a sentarse al lado del cochero y no donde va el marchante, y cruce los brazos y las piernas como si fuera el dueño, y mire por donde lo llevan como si fuera una reina del carnaval en su carroza.
Yo me puse en candela. Lo miré atravesado; pero no se enteró, iba como si al pagar la carrera fuera a comprar el coche. Cuando doblé la primera esquina, bajó la pierna, metió una patada y me dijo:
-¡A dónde me lleva!
-A la Gorláin, si no oí mal.
-Oyó bien, pero no cogió por donde era.
¡Para qué fue eso! ¡Me exploté! La mano de la fusta tuve que aguantármela, porque encima me empezó a tirar guaperías, que a él no se le hacía eso, que era guapo reconocido en los 43 barrios de La Habana, que tuviera cuidado con que él no llegara tarde a su cita.
Jalé riendas, paré en seco y le advertí:
-Usted va tranquilo por donde yo lo lleve o se me baja aquí mismo.
Parece que no era tan guapo como decía, o se aconsejó, o que no le daba tiempo a buscar otro cochero.
Quién me iba a decir a mí por dónde coger. Con él arranqué de La Ermita por 20 de Mayo, Manglares, Matadero, Mercado Unico y, en unos minutos, estaba frente a la dichosa Gorláin. El hombre miró su reloj y echó una risita disimulona.
-Ah, mire eso, je je, -ya hasta hablaba bajito-, es que por aquí nunca me habían traído.
-¿Y usted sabe por qué?
-No, ¿Por qué?
-Porque usted será guapo en dos o tres barrios de La Habana, pero yo tengo que guapear todos los días en los cuarenta y tres. Y ahí le demostré lo poco que sabía él de su ciudad.
-Ya que sabe tanto, dígame cuáles son los barrios habaneros.
-Regla…
-Regla es municipio desde el año 12.
-Bueno, Atarés, el barrio chino…
-Todo eso entra en Dragones.
No puso uno. Empezó a gaguear, a decir que tenía prisa y lo que tenía era falta de repertorio. Me miró como diciendo: cochero, me jodiste. A él siempre lo habían llevado por Carlos III, Reina, Ayestarán, Zulueta. Yo le enseñé un camino mejor. Y le enseñé también que no debía alardear tanto. Tan volado salí de ese marchante, que en la esquina me paró un chino y me dijo:
-Capitán, ¿cuánto cobla pa mí pa lleva celadita melcalo?
Y me lo llevé gratis con canasta y todo.

1 comentario:

Camila dijo...

Como desde hace rato tengo ganas de ir a Cuba quisiera poder disfrutar de conseguir vuelos a la habana para disfrutar de este gran país que me dijeron que es muy bello por su atractivo y su historia

Acerca del autor

Acerca del autor

Biobibliografía

Luís Adrián Betancourt Sanabria [Placetas, Cuba, 1938] Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana en 1976 y autor de “Huracán” (Novela), “Expediente Almirante” (Novela), “A la luz pública” (Cuentos), “Aquí las arenas son más limpias” (Novela), “Triángulo en el hoyo 8” (Cuento) “¿Por qué Carlos? (Testimonio), “El extraño caso de una mujer desnuda” (Novela), “El otro cisne azul” (Radio serie), “Sdies piesok chitse” (Novela), “El Código de las Islas” (Radio serie), “La suerte del desconocido” ( Radio serie), “El extraño caso de una mujer desnuda” (Radio serie), “Amor a segunda vista” (cuento), “El sombrero negro” (cuento), “Bien vale la pena” (Teleserie), “Un inquilino raro” (Cuento), “Cargo de conciencia” (Radio serie), “Óleo de mujer” (Radio serie), “El secreto y la sonrisa” (Radio serie), “Esa mujer no existe” (Novela), “Maceta” (Novela), “Lobo de mar” (Testimonio), “Love at second sight” (Cuento), “Cochero” (Testimonio), “Quinta y 14” (Cuentos), “Todas las pistas eran malas” (Cuento), “Las honras del náufrago” (Novela), “Guilty” y “Un topo en el buró”; ha sido corresponsal de guerra, investigador histórico, fotógrafo, marino, maestro, y redactor. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC), y del Grupo Asesor de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), posee la Distinción Félix Elmuza, presidió la Sub Sección de Escritores Policíacos hasta su extinción. Es miembro fundador de la Asociación Internacional de Escritores Policiales y en el marco de la Feria del Libro del 2001 en la Habana fue condecorado con la Distinción por la Cultura Nacional y por acuerdo XI-102 del 3 de abril del 2004 de la Asamblea Municipal del Poder Popular del Cerro fue declarado Hijo Ilustre del Cerro.